martes, 10 de enero de 2012

Teoría acerca del Arte

El otro día, como uno de tantos, bebía en compañía de una botella medio vacía de Jack Daniel´s en la barra de un encantador tugurio de mala muerte. Era tarde. Yo estaba sólo, como es habitual. Me gusta frecuentar lugares más bien solitarios. Esa clase de sitios en los que la gente no se lo pasa excesivamente bien. Recuerdo cómo el tipo que tenía al lado, miraba con curiosidad mi T-shirt de los Stones. Un tipo corriente, como cualquier otro. Decidí iniciar una conversación.


Comencé a hablar de rock&roll. De los clásicos. En gran medida agradecí que no fuera un erudito en la materia. A ciertas horas de la madrugada, cuando rindes pleitesía a ciertos grupos, prefieres que no te interrumpan haciendo alguna comparación indecorosa y ofensiva al buen gusto. No sabes cómo puedes llegar a reaccionar.

Caí en la cuenta al poco rato, de que no lo interesaba lo más mínimo lo que le estaba contando. Sus interrupciones eran cada vez más frecuentes, con continuas gilipolleces. No me importó demasiado. No es que suela hablar mucho.
Lo cierto es que la conversación comenzó a convertirse en un monólogo de la persona que tenía a mi lado. No me molestó. Tengo una gran capacidad para hacer cómo que escucho. De esta manera me gano la simpatía de la gente. Creo que podría ser un buen barman.

En esta ocasión, no perdí la atención en ningún momento. El sujeto en cuestión comenzó a contarme lo siguiente:

“Soy pintor, y el otro día por fin terminé de pintar mi último cuadro después de nueve meses. Ha resultado muy intenso. Cuando no trabajo, me dedico a pintar. Unos días dos horas, otros cuatro…hay días que se me olvida cenar, incluso. Es algo que me apasiona y lo disfruto muchísimo, pero reconozco que puede ser agotador dedicarle tanto tiempo a algo que te gusta tanto…y la verdad es, que ha quedado precioso. A mí por lo menos, me gusta. A mis amigos también les ha gustado mucho. Es cierto, que en general todos coinciden que mi obra tiene la influencia de pintores de renombre, pero que al mismo tiempo tengo mi sello personal. A mí, todo esto me enorgullece como no podría ser de otra manera. Pero resulta que llevo años pintando, y he tenido posibilidad de exponer muchos de mis cuadros en distintos lugares. ¡Dos galerías especializadas de cierto prestigio expusieron mis cuadros durante dos semanas! Y estoy muy agradecido de haber tenido la oportunidad de dar a conocer mi obra y el haber vendido algún que otro cuadro. Pero pasa el tiempo y me doy cuenta de que es muy difícil poder vivir del ARTE.
Durante mucho tiempo estoy obsesionado con esta cuestión. Yo soy pintor y quiero vivir de la pintura, y me obceco con ello. – Si con el criterio que me ha dado el paso de los años y el haber estudiado tantísimo a los grandes, soy capaz de ver buen material en lo que hago, si a mis amigos en general, les gustan mis cuadros y mi familia está enamorada de mi obra, ¿cómo es posible que tenga que seguir trabajando en un curro mediocre y anodino, y no pueda vivir del ARTE? ”

Una vez terminó de vomitarme sus miserias, me preguntó lo que opinaba al respecto. Eché un trago. Mientras, terminaba un tema bastante triste y bello de Lucinda Williams. No recuerdo el título. Comenzó a sonar “Rock bottom” de UFO…

…Y entonces le conté mi teoría acerca del arte: “¿por qué existe esa tendencia generalizada entre aquellas personas que tienen cierta aptitud en unos casos, e incluso talento en otros, en tener la pretensión de querer tener éxito en las artes? Desde luego, me parece cojonudo y de un mérito increíble el que alguien exprese su lado creativo en la rama artística que sea. Entiendo que de alguna manera las personas deberíamos dedicarle una atención especial a desarrollar la vena artística que cada uno llevamos dentro, independientemente de las limitaciones que cada uno tengamos, y sobretodo del resultado. Estamos hablando de transmitir ideas, sentimientos o pensamientos de distintas maneras. Y el resultado, puede ser algo bueno o malo para ti. Pero, es algo tuyo. Es auténtico. Es real. Son tus reglas del juego. Tú mandas. Y eso es algo maravilloso. Si a ti te gusta, cojonudo. Y si a ti no te gusta, pues cojonudo también. ¿Qué más dará?,¿Cuál es el problema?. Y si da la casualidad que el resultado final de tus proyecciones, coincide con los gustos de alguien más, eso ya es la ostia, lo máximo!
Pero te equivocas, si vas más allá. Porque acabarás haciendo lo que no te gusta con tal de agradar a todo el mundo. Será como un trabajo en el que tienes que fichar y complacer a tus superiores. Perderás la pasión. Dejarás de ser auténtico. Te odiarás, porque empezarás a sentir que ya no eres tan “cool” como creías ser. Pensarás que no eres más que una prostituta. Sí, eso es, una prostituta a la que le gusta chupar pollas. Y entonces, desearás ser invisible, al darte cuenta de que en el fondo, eres tan mediocre como todos. Pero no, no puedes ser invisible, porque te gusta exponerte. Eso es, el superhombre tiene que darse a conocer, eh?. Atención señores y señoras, quién sea feliz que se joda, el superhombre quiere proyectar toda su mierda!. Te gusta compartirla con el resto, no?. Hacernos partícipes a todos de toda tu real mierda. Pasen y vean, damas y caballeros! Con todos ustedes (redoble de tambor), un hombre sin ningún tipo de pudor! ¿Es eso lo que quieres, cabronazo?”

Eché un trago. Llevaba mucho rato sin beber.
Cogí la chaqueta, bebí un último trago y me marché sonriente. Comenzaba a sonar “Sweet Virginia” de los Stones…



6 comentarios:

  1. Bueno, bueno, bueno, parece que va a ser una buena idea y todo el tema de esta publicación digital de pasiones (no es un blog!!!! son nuestras jodidas entrañas visibles para todo el mundo!!!!).
    Me encanta el cariz que esta tomando esto en los primeros 2 días de funcionamiento, 2 días!! y ya tenemos rock and roll clásico, película crítica, documental de Historia Viva de 9 horas y un relato absolutamente fantástico y adictivo.
    Estoy imaginando una sucesión de historias (cuando los astros se alineen, no queremos que se convierta en un jodido trabajo más) de ese cabronazo que bebe solo en los bares y se dedica a dar dosis de realismos a vendidos, buscadores de fama y demás charlatanes, aunque, pensándolo detenidamente, que somos todos en el fondo, más que unos vendidos... pero por lo menos no jodemos con el ARTE!!!

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  2. Aaayyyy...el Arte y sus insondables caminos!
    Enhorabuena por este relato...ficticio?
    Más de una vez me he encontrado con personajes así, normalmente suelo huir de los cretinos que se toman a si mismos demasiado en serio, aunque me gustaría haber tenido la clase, el estilo y la verborrea necesarias para poder ponerles en su sitio y abandonar el lugar al ritmo de "Sweet Virginia", como un héroe de pelicula.
    Hay un escritor en ti, amigo "Doctor doctor, please". Buen texto!

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  3. Eres duro doctor, un tipo duro, y además un buen literato, sí señor, me gusta tu estilo.

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  4. Que bueno tío!!! buen relato!! tugurio de mala muerte??!! espero que no cogieras como inspiración el bar este que todos conocemos!! un abrazo!

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  5. Tranquilo J.Rockville conociendo al Doctor y su reputación, el local que todos conocemos, sí ese que tiene estilo y personalidad, es el Ritz comparado con los lugares que ha frecuentado en su labrada carrera bukowskiana.

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