A finales de la década de los 60, científicos e ingenieros de la Alemania del Este consiguieron diseñar y fabricar una bombilla capaz de durar entre 40 y 50 años. Los dirigentes de la R.D.A. lo interpretaron como lo que era: un logro sin igual, un objeto claramente práctico, funcional, sostenible, un producto que haría resplandecer la economía de aquel lado del Muro y un triunfo científico de prestigio sobre el que seguir cimentando la idea de Estado que promulgaba el régimen comunista. Pusieron todo el engranaje de su tejido industrial en marcha y durante meses las factorías de la antigua Alemania comunista escupieron miles de aquellas milagrosas bombillas.
El plan era sencillo: almacenar stock y vender el inmejorable producto y la patente del invento a Occidente. El Capitalismo al fin tendría que claudicar y agachar la cabeza ante la obviedad, además de preparar la chequera. Toda una victoria sobre el Bloque Capitalista. La guerra tecnológica no era sino otra de las muchas caras que ofrecía la Guerra Fría en aquellas décadas. Nadie en su sano juicio daría la espalda a un producto tan económico y casi eterno en durabilidad. La gran cita, la presentación mundial en sociedad del descubrimiento sería en la Feria Industrial de Hannover, al otro lado del Telón de Acero, en territorio enemigo. La delegación comunista, repleta de científicos, ingenieros, políticos, diplomáticos, secretarios, subsecretarios y toda la retahíla de puestos burocráticos que solían manejar los regímenes satélites de la U.R.R.S., se plantó en la Feria sabedora de su victoria de antemano. Pretendían firmar contratos millonarios con las compañías fabricantes de bombillas de medio mundo. Los hogares de New York, Rio de Janeiro, Tokyo o Sidney se iluminarían con bombillas de larga duración "made in RDA". Nada podía salir mal.
El plan era sencillo: almacenar stock y vender el inmejorable producto y la patente del invento a Occidente. El Capitalismo al fin tendría que claudicar y agachar la cabeza ante la obviedad, además de preparar la chequera. Toda una victoria sobre el Bloque Capitalista. La guerra tecnológica no era sino otra de las muchas caras que ofrecía la Guerra Fría en aquellas décadas. Nadie en su sano juicio daría la espalda a un producto tan económico y casi eterno en durabilidad. La gran cita, la presentación mundial en sociedad del descubrimiento sería en la Feria Industrial de Hannover, al otro lado del Telón de Acero, en territorio enemigo. La delegación comunista, repleta de científicos, ingenieros, políticos, diplomáticos, secretarios, subsecretarios y toda la retahíla de puestos burocráticos que solían manejar los regímenes satélites de la U.R.R.S., se plantó en la Feria sabedora de su victoria de antemano. Pretendían firmar contratos millonarios con las compañías fabricantes de bombillas de medio mundo. Los hogares de New York, Rio de Janeiro, Tokyo o Sidney se iluminarían con bombillas de larga duración "made in RDA". Nada podía salir mal.
El alboroto en los halls de la Convención debió ser de órdago. Los cuchicheos por los pasillos y los corrillos de inversores y tiburones con contactos en las altas esferas debieron producirse de inmediato, me atrevo a asegurar incluso que hasta alguna llamadita recibiría el Pentágono alertando sobre las graves consecuencias que podría acarrear aquel dichoso artefacto...porque a pocas horas de la presentación de la super-bombilla, las compañías y las mega-corporaciones capitalistas actuaron en bloque: boicotearían la bombilla inmortal y se negarían a comercializar un producto que les dejaría sin sus pingües beneficios. Los fabricantes de bombillas de Occidente no veían el negocio por ninguna parte. ¿Cómo iban a conseguir vender "algo" que no sería reemplazado por otro nuevo "algo" durante al menos 40 años? Ellos fabricaban bombillas!!! Necesitaban que a la gente le estallase la puta bombilla en casa cada ocho meses para así poder vender más y más bombillas!!! Aquellos locos alemanes bolcheviquizados pretendían quitarles su pan de cada día con aquel estúpido invento. No way! La lógica capitalista es tediosa pero aplastante. Como una piedra rodando colina abajo. Más bombillas vendes, más dinero ganas. Tratad de discutir estos argumentos con cualquier forrao de puro en boca y sombrero negro de copete y os pondrá siempre el dinero como principio y fin de la conversación. No intentéis ni sacar a relucir términos como sensatez, honradez, justicia, reparto equitativo o fe en la humanidad. Los que mandan sólo atienden a una palabra: dinero.
Bien clarito le quedó cómo se las gastaban al otro lado del Muro a la indignada delegación de la R.D.A. que se volvió para Berlin y cruzó la Puerta de Brandenburgo con sus cajas de bombillas bajo el brazo. Un bofetón en toda regla a la moral de los rojos. La R.D.A. dió carpetazo a las bombillas. Cancelaron el proyecto. No se fabricarían más bombillas porque la fase de producción no era rentable sin la adecuada inversión. Fin de la historia. Las carcajadas de Kissinger se oían desde fuera de su despacho.
Mi queridísimo Sony CD-Walkman ESP-MAX D-E220: cuántos años como inseparable compañero de aventuras susurrándome al oído bellas melodías y sin desfallecer ni un instante. |
Demos un salto en el tiempo y avancemos hasta 1996. En ese año éste que les escribe se encuentra de viaje de estudios por Alemania. En ese viaje gran parte del presupuesto del que disponía lo gasté en adquirir un Disc-Man portátil. Un viejo sueño de adolescente rockero de los 90´s. Joder, hacía mucho que quería uno. Estaba realmente cansado de cargar con el walk-man de toda la vida, de rebobinar las cintas, de la pésima calidad de sonido de los cassettes, de las toscas teclas de "play" y "stop", de tener que grabar cada CD que iba pillando en cara y media de una TDK de 90´ y rellenar los minutos restantes con batiburrillos de aquí y de allá para así poderlo disfrutar lejos de la intimidad de mi habitación (que levante la mano el que no haya perdido horas preciosas de vida que jamás recuperará delante de su cadena de música dándole al "rec" y customizando sus TDK´s de chromo con aquellas tiras de pegatina en las que apenas cabía el nombre del grupo y el título del álbum) . Quería deshacerme de aquel andrajoso walk-man ya! y aquel era el momento y el lugar. No recuerdo cuántos marcos invertí en aquel Sony Disc-Man ESP-MAX D-E220, ni su equivalencia entonces en las añoradas pesetas, pero sí puedo afirmar que fueron los dineros mejor gastados de mi vida. Siempre he encontrado un placer descomunal en ir paseando por la ciudad con ROCK a todo volumen en unos buenos cascos. Es una de mis predilecciones como degustador de música. Hay amantes de la música que afirman que el coche mientras conducen es su lugar preferido para escuchar intensamente sus discos favoritos. Pues bien, yo no encuentro mejor opción a la hora de "vivir" un disco que echarme a la calle y patear asfalto con unos auriculares en los oídos atronando Rock n´Roll a un volumen insano.
En mi Disc-Man Sony escuché por primera vez álbumes que me han acompañado desde siempre como "Powertrip", "Lions", "Beyond Good and Evil", "Total 13", "Permission to Land", "Buckcherry", "Wildflowers", "Bone Machine", "Chinese Democracy"....y tantos y tantos discos de artistas imprescindibles en mi vida diaria. Como si de una bombilla dopada se tratase, mi Disc-man Sony aguanta en pleno 2012 perfectamente, a pesar de haber sufrido golpes, caídas y el derrame accidental de algún líquido. Los avances tecnológicos en forma de i-Pods, i-Pads, Mp3´s y demás monsergas no han conseguido seducirme lo suficiente para que jubile mi viejo reproductor de Cd´s. Durante la última década he tenido que aguantar las chanzas, bromas y risas de amigos por llevar un aparato que ellos consideran del periodo jurásico. En más de una ocasión algún moderno me ha mirado con cara de asombro en el metro al verme cambiar un CD por otro. Como si acabase de aterrizar de un viaje en el tiempo, estos modernillos usuarios de Apple me miran con lastimilla, incrédulos ante lo que observan: un tipo que carga con sus Cd´s y con un cacharro de un palmo de diámetro!!! Que llamen a los loqueros! Pero nada de todo esto me hará cambiar de opinión: aguantaré con mi Disc-Man hasta que éste diga basta. Me importa un comino llevar 300 discos en un i-Pod de 80 gramos de peso. Jamás necesitaré escuchar 300 discos de golpe! Encuentro un entrañable placer acercarme a mi estanteria y elegir tranquilamente la sesión musical del día: 3, 4 o 5 discos que caben perfectamente en la mochila y arreando! Y palpar físicamente los discos, sin necesidad de toquetear con las yemas de los dedos una fría pantalla táctil o de atravesar varios menús de inicio para dar con la canción deseada. Todo muy analógico y muy antiguo lo mío, lo reconozco, pero altamente satisfacorio.
Típico lugar en el que un usuario de CD-Walkman ha de andar con cuidadín. |
Caer en la trampa tecnológica del último gadget te esclaviza. La carrera por tener siempre el último juguetito del mercado es el juego preferido de los fabricantes. Yo no pienso tomar parte aún de ese juego. Mi Disc-Man Sony seguramente fue diseñado para seguir los parámetros de la obsolencia programada: la muerte prematura de los aparatos. Neveras, lavadoras, impresoras, ordenadores, batidoras o bombillas diseñadas para hacer cata-pum en el momento que la compañía fabricante estime oportuno, y no cuando el uso y el tiempo hayan hecho su trabajo, con el fin de que el consumidor tenga que reemplazarlo por otro nuevo. Pero afortunadamente mi Disc-Man debió saltarse los controles en la cadena de montaje, porque ahí está dando guerra sónica 18 años después. Sony no hizo un buen negocio conmigo.
Pasen y vean! Compren la última revolución en sonido! Y en varios colores, señora! |
Aunque muchos me tachen de abuelo cebolleta, de negacionista de los avances tecnológicos, de dar la espalda a las posibilidades de las redes sociales (no tengo Facebook, ni Twitter...aunque tampoco tenía MySpace cuando todo el mundo me decía que no sería nadie en la vida si no me hacía uno... qué es hoy MySpace??? seguramente se habrá reconvertido a una página porno, lo desconozco...), sigo pensando que mi Disc-Man Sony hace felices mis paseos, a pesar de sus tres kilos de peso y de tener que llevar siempre encima pilas de recambio para que la voz de Mick Jagger no se apague mientras atravieso la calle Colón.
En estos tiempos de semi-revolución, de 15-M´s blackberrizados e i-phonizados y de manifestaciones via hashtag, no se me ocurre una manera más anti-sistema de plantar cara a toda la mierda que nos rodea que pasearme por la ciudad escuchando a Iggy Pop en mi vetusto Disc-Man Sony.
Por eso, cada vez que tengáis que cambiar ese halogeno puñetero del baño que parpadea mientras os cepilláis los dientes cada mañana y os arruina el día, u os encontréis maldiciendo a todos los dioses mientras estáis encaramados a un taburete haciendo equilibrios para desenroscar la maldita bombilla con los plomos fundidos de la lámpara del salón, acordaos que hace 50 años una delegación de científicos desconocedores de la maldad que hay en el ser humano, viajó a Hannover, mostró al mundo un invento que trataba de hacernos la vida más fácil, pero se topó con la codicia de los que a dia de hoy mandan y se nos privó de llevar un modo de vida consecuente y sensato. Ahora, vivimos en el mundo de la incongruencia y de la insensatez. De aquellos barros estos lodos.
Chris, Chris...Además de que me ha apasionado la historia pre-caída del Muro,(por lo tanto pre-caída de las condiciones laborales en el lado capitalista), además de que me encanta y comparto tu opinión acerca de las "innovaciones tecnológicas", además de de eso, quiero decir que es un verdadero placer y un auténtico honor poder leer tus textos tío.
ResponderEliminarHace años en el curro me regalaron un ipod .... el cual regalé a una amiga porque yo era incapaz de hacerlo funcionar!!!!! La gente me miraba como si estuviera loco regalando un cacharro de 150€ por el que todo mundo suspiraba!!!!!
ResponderEliminarAños después, mis continuos viajes si que me han "obligado" a pillarme un reproductor de mp3 que en comparación con mis vinilos suena igual que el culo de un mono. Me descojono cuando en la FNAC se leen carteles "con calidad mp3" ... pero si el mp3 es la anticalidad!!!!!
Me ha parecido grande tu observación del punto "antisistema" que tiene quedarse al margen de la tecnologia .... porque definitivamente es el nuevo SOMA!!!! El sistema tenía controlado a través del futbol a buena parte de la población, otros tantos estaban enganchados al jaco o al perico ... el siguiente escalón fue esclavizar al gimnasio y al salón de belleza a otro amplio grupo de jovenes ... pero quedaban libres unos cuantos chavales que hoy, por fin, son esclavos de las aplicaciones.
Hoy haré la revolución comiendo tortilla de patata (podriamos hablar largo y tendido de la obsolescencia programada en la comida .... ¿alguien se acuerda de las cartas de aguas minerales?), escuchando a Grateful Dead y viendo porno en vhs cuando mis padres bajen a comprar al Carrefour.
Maldita sea, el discman!!! Genial. Parecerá increíble pero hace unos meses intenté recuperar mi viejo reproductor de CD y mierda!!! No funcionaba!!! Estoy harto del lamentable sonido que sale de mi reproductor de mp3!! pero parece que voy a tener que seguir soportando ese sonido. Ahora que lo pienso, me he tirado toda mi adolescencia reventando mis oídos con un pitido ensordecedor que desprendía mi walkman (gran nombre!!!) en el Shake your money maker! por lo que quizás podré soportar un par de años más este sonido...
ResponderEliminarPor otro lado, pero como van a amar las nuevas generaciones la música si sólo han escuchado diferentes calidades de Mp3!!! y no han ido jamás a una tienda de discos y han salido bajo el brazo con el "Ready and Willing" de Whitesnake!!
ResponderEliminarCómo van a amar el cine si no han visto en sala grande "Pulp Fiction"!!!
Pero como van a amar la lectura si no se han socarrado bajo el sol del verano con El Padrino de Mario Puzo después de haber rebuscado durante horas en la librería de turno!!
Como van a amar la música en directo si nunca han visto a Iggy Pop!!! y piensan que Bisbal es la octava maravilla del mundo!!!
Espero que este pequeño reducto de románticos que quedan desperdigados por el mundo, acaben teniendo razón y ganen la guerra al capitalismo descontrolado que genera beneficios a corto plazo pero que nos hace sentir que no existe futuro...
Cuánta razón tenéis, Tripi y Shepherdnight!
ResponderEliminarPor la conmemoración de los 30 años del Walkman, a finales de junio de 2009, la BBC realizó un experimento: le entregaron a un niño de 13 años un Walkman. Dejando de lado que para él resultó un aparato horrible y ridículo, tardó 3 días en descubrir la existencia de un lado "B" del cassette con más canciones. Esto nos da una idea de la distancia que separa nuestras generaciones....
Me estoy poniendo demasiado nostálgico...joder Chris, no se que habria sido de mi vida sin ese pedazo de walkman que acompaño mi juventud,luego efectivamente, pase al discman, pro ya nada volvió a ser igual...para mi, fue con el discman cuando me di cuenta que los tiempos estaban cambiando, pero tarde un huevo en tener uno, mi colección de discos y cds siguió creciendo,pero me grababa los vinilos en cinta y los cds en cinta, para poderlos disfrutar en el walkman.
ResponderEliminarRespecto al invento de la R.D.A, la historia es tan triste como jocosa, pero a Nikolas Tesla no le sucedió algo parecido años antes?, también tengo entendido que creía en una electricidad gratuita para la sociedad,pero el empresario y por lo que parece bastante cabron de Thomas Edison no pensaba lo mismo...
Pd: Hey Shepherd, ese pitidito en la cinta del shake your money.... lo recuerdo como si fuera ya parte de la produccion de ese disco!!!
Si, a Nikolas Tesla también le hicieron la tranca pero bien. Quién sabe cómo funcionaría hoy el mundo si sus inventos hubiesen triunfado y los grupos inversores le hubiesen apoyado.
ResponderEliminarRepasando anécdotas conectadas con los walk-man de cassette, quién no recuerda haber rebobinado cintas con un boli haciéndolas girar a modo de "carraca" para ahorrar pilas? Quién no surcaba de adolescente los pasillos de su instituto con el walk-man a todo volumen en una clara postura anti-social con absoluto desprecio por el resto de la raza humana? Y qué me decís de ese sonido balbuceante y a cámara lenta que alertaba del final de la vida de las pilas? Momentos imborrables que jamás recuperaremos!
Mierda!! Después de leer este artículo y los siguientes comentarios puedo afirmar que acabamos de perder a los pocos lectores que teníamos de menos de 25 años!!!! Somos unos carcas románticos que defendemos el walkman sobre todos los inventos posteriores!! No lo van a entender...
ResponderEliminarTienes razón, Shepherd. Parecemos un grupo de jubilados recordando tiempos de gloria. Como bien dijo Tony Soprano en una ocasión:
ResponderEliminar- "remember when..." is the lowest kind of conversation ("recuerdas cuando..." es la forma más baja de conversación).
Y es que Los Soprano lo mismo valen para un roto como para un descosido.
¡Modernos, hipsters, gafapastas, Melapeloconradiotreses de los cojones! ¡¿Dónde quedan para vosotros los gramófonos, las cajitas musicales, los cuartetos de cuerda con clavicordio en el Salón de los Espejos, las Cantigas de Santa María retumbando en las estancias cavernosas de San Juan de la Peña?!
ResponderEliminarAntes, en el auténtico "antes", cuando uno quería música, se la hacía con dos palos y un tronco hueco o tenía que matar a un enemigo, extraerle el fémur, horadarlo y soplar por un extremo para conseguirla. Así se valoraba de verdad cada nota.
En otro orden de chorradas, ¡el neocapitalismo consuntivo podrá arrebatarnos las bombillas y los electrodomésticos longevos, pero jamás podrá arrebatarnos ¡¡las bicicletaaaaaaas!!! Un artefacto de diseño perfecto que apenas ha cambiado en 100 años. ¡Escuela de Chicago, lámeme la rueda trasera!
Amigo Roberkhan, siento darte esta mala noticia, pero este verano he descubierto muy a mi pesar, que incluso las bicis estan cambiando, ahora las venden con un motorcito incluido, estamos jodidos... la ansiedad me esta dominando, voy a a hacer girar un vinilo en mi plato y sentirme como Seymour el personaje interpretado por Buscemi en Ghost World, cada dia que pasa me siento mas identificado con el...
ResponderEliminarDefinitivamente... sois mi tribu.
ResponderEliminarSeñor o señora anónimo, nos alegra que te interesen todas estos artículos, pero no nos conformamos con que seas un ente anónimo, necesitamos saber mas de ti y que compartas con nosotros tus inquietudes... Un saludo
ResponderEliminarEso es ser Vintage y lo demás son tonterías. A veces echo de menos ser como vosotros
ResponderEliminarQue casualidad tio...
ResponderEliminarestaba buscando fotos de mi anitguo discman por internet...he encontrado tu blog, resulta que tenemos exactamente el mismo discman, en la misma época, el mio también ha caído mil veces, golpes y lo que te puedas imaginar, han pasado la tira de años y ahí está, como un campeón. Por lo que parece que fue toda esta linea de Sony, que los hicieron sin "caducidad". Lo que si recuerdo, es que cuando salió a la venta, era de los caros caros.
Pero eso no es todo, para colmo, de la misma manera q tu, yo tambien descubrí grandes discos pateandome mi ciudad de grupos como: Gluecifer, The Hellacopters, Backyard Babies, Danko Jones, Monster Magnet y un largo etcetera...
Ha sido tanta la similitud de nuestras historias que, aunque veo que el articulo tiene como 2 años de antigüedad, no he podido evitar dejar mi comentario.
Por cierto, yo si, me he vendido...uso un ipod touch... lo se lo se... en mi defensa diré que fué un regalo.
Saludos!