lunes, 1 de abril de 2013

The Black Crowes arrasan Londres



Sí, el título es un poco cutre. Pero acabo de llegar de Londres y quiero escribir cuanto antes  para poder describir lo mejor posible las emociones vividas durante los dos conciertos de los Crowes en la capital inglesa. Una vez deshecha la maleta ya estoy en disposición mental de comentar lo acontecido. Pero vayamos por partes.






Londres

A Londres me une una relación de amor/odio. Es innegable lo bonita que es y la vida que tiene. La oferta cultural es desbordante y sus mercadillos son de otra galaxia. Pero por otro lado es imposible ver el sol (incluso nevó a finales de marzo, algo que para un mediterráneo como yo parece surrealista), la comida es basura y lo peor de todo …. está llena de ingleses, que salvo honrosas excepciones es el pueblo más maleducado, hortera, follonero y borracho del planeta. Afortunadamente si uno sabe montárselo bien puede disfrutar de su estancia comiendo comida barata y riquísima de cualquier rincón del planeta, yendo a museos gratuitos o revisando las cubetas de ofertas de cualquiera de sus tiendas de discos (n.del r.: mejores capturas: vinilos de White Hills y Six Organs of admitance a buen precio, y cd’s de Devendra Banhart, Phish y Norah Jones a 5€ …. Además del primero de Supergrass a 50 céntimos).



Los Crowes

Desde que los hermanos Robinson anunciaron su comeback hace unos meses hemos podido de leer todo tipo de tonterías en la red. Quien espere que los Crowes vayan a funcionar como Red Hot Chilli Peppers tiene un problema. Esta banda es jodidamente real y hace las cosas a su manera, cuándo y cómo les apetece, aunque muchas de sus decisiones sean extrañas, incoherentes o incomprensibles. Tras casi dos años de parón centrados en otros proyectos de golpe y porrazo Chris y Rich decidieron poner en marcha de nuevo la banda con un guitarrista (Jackie Greene) desconocido para el gran público … obviamente esto generó mucho escepticismo, pero amigos, puedo decir que los Crowes están en un gran momento. Obviamente sus mejores giras fueron las del 97, la del 2005 y la de 2009, pero estamos ante una banda que cuando amplíe el repertorio y ruede un poquito va a darnos mucho placer. A mí me sonaron más rockeros y potentes que en anteriores ocasiones, con un volumen propio de sus primeros tours. Durante años muchos algunos fans criticaban que Rich “tocaba desenchufado”. Pues bien, ahora la guitarra de Rich atruena y desde su aparente anonimato dirige junto a Steve a una banda poderosa que goza de una tremenda salud y es capaz de ofrecer un montón de registros diferentes durante el mismo concierto sin perder ni un ápice de su personalidad.




First night. Este bolo fue el sueño de cualquier fan que viese al grupo por primera vez: un precioso teatro de mediana capacidad a reventar de fans histéricos y la banda interpretando el típico set de festivales: “Jealous again”, “Remedy”, “Soul singing”, “She talks to angels”, “Think’nThin”, “Wiser time”, “Thorn in my pride”, “Hotel illness” …. ¡y aún hay gente que se quejaba a la salida! Yo estuve plácidamente en quinta fila con mi chica y podía ir a la barra y regresar a mi posición sin problemas. Muchos crowesheads esperan ver siempre el concierto raro, el concierto con la versión diferente, la jam más espectacular … pero ese es su problema. La banda no te garantiza ver lo que tú quieres sino lo que esa noche les apetece a ellos. De todas formas hubo pequeñas sorpresas en el set de la mano de “Medicated goo” de Traffic, la aparición de Jackie Greene con su mandolina en “She talks to angels”, “High Head blues” con una cañera recta final, la visita al fabuloso Three snakes gracias a “Good Friday”, “Feelin allright” de Joe Cocker y una tremenda versión de “Hard to handle” que incluía una pequeña rallada psicodélica en medio que empalmaba con “Hush” de Deep Purple. Casi nada. Como si eso se viera todas las noches en mi barrio.

La banda sonaba atronadora, más cercana al hard rock que en anteriores ocasiones en la que la guitarra de Luther les llevaba a terrenos más clásicos, pero con muchos matices y ofreciendo diferentes arreglos de sus clásicos que agradecimos los que les habíamos visto en anteriores ocasiones (“My morning song” fue semi-acústica e incluyó la parte góspel que aparecía en Crowology, “Jealosu again” acababa con los músicos haciendo la última estrofa a capella o la citada mandolina en “She talks to angels”).


Second night. Impresionante. Este show ocupa directamente el puesto nº2 en mi ranking de conciertos de los Crowes (y van 11 veces). El equilibrio perfecto entre todas las facetas de los Cuervos desde el potente arranque hard rockero con “Twice as hard”, “Hotel illnes” y “Goodbye daughters of the revolution”. Tras estas tres primeras canciones el publico ya estaba a sus pies por lo que era el momento de viajar a los 60 de la mano de …. “Space Captain” de Joe Cocker!!!!. Con el público más entregado todavía comenzaba la faceta jammy, nada menos que empalmando “Descending” y “Wiser time”. Las dos piezas de Amorica sonaron brutales, especialmente la segunda. En ella hubo momentos realmente mágicos como la parte de la jam en la que se quedaron solos Sven, Steven y Adam haciendo un solo 100% de hard funkie, o el solo de Jackie Greene con un estilo muy cercano a Jerry García de mis adorado The Grateful Dead. Esta canción sirvió también para que Rich demostrara que es el puto jefe con un solo tremebundo. Tras la tormenta llegaba la calma con un breve fragmento acústico. “She talks to angels” con Jackie a la mandolina, y “Whoa Mule” con Steve Gorman tocando los bongos construyeron el momento tranquilo del show. Tremendo. No hay otra palabra. Sentidas interpretaciones que contaban, ante la ausencia de las coristas  con todos los músicos participando en las tareas vocales consiguiéndole dar nuevos matices a cada tema.   
Por si dos jams no eran suficientes, llegaba la tercera con “Thorn in my pride”: tremenda canción y tremenda jam. Espectacular los guitarrazos de Rich acompañando a la armónica de su hermano mayor. Y Steve …. Ese batería no debe ser humano. Una vez acabada la canción Chris tiró la armónica al público creando un poco de caos que desvió la atención de lo que pasaba sobre las tablas. ¿Y qué pasaba? Pues nada menos que los Crowes arrancaban con “She gave good sunflower”, una canción rara vez tocada en sus shows. Gran interpretación con Sven demostrando que su bajo es una pieza clave en el sonido del grupo y Jackie sacando fuego de su guitarra en la parte final del tema. Por primera vez en todo el concierto los Cuervos bajaban el nivel de intensidad varios enteros interpretando: “Oh Josephine”. Esta canción nunca me ha gustado especialmente por lo que decidí hacer algo sensato e ir a por cerveza, aunque viéndolo con perspectiva entiendo que la tocasen para bajara las revoluciones de cara a la recta final.
                Ya con la birra en mi mano aproveché para cambiar de posición y ver el resto del concierto desde unas escaleras de la parte de atrás desde donde tenía una privilegiada vista. Nada que no se agradezca cuando la recta final del concierto está formada por “Jealous again”, “Remedy”, “Sometimes salvation” y “Been a long time”. Estas dos últimas fueron brutales, la primera gracias al solo de Jackie y la segunda gracias al trabajo en equipo que demuestra que los Cuervos ya se están compenetrando tras cuatro conciertos. Finalizado el tema de “Before the frost” el grupo daba por concluido el concierto. Pero ni de coña. Nadie iba a permitir que se marchasen tan fácilmente por lo que toda la sala comenzó a gritar, patalear, silbar o a hacer ruido con lo que tuviese más a mano hasta que los Cuervos volvieron a pisar el escenario. Momentazos de piel de gallina al ver a toda una sala en pie rogando que los músicos regresen al escenario.
                Las mismas caras de felicidad que había en la platea se veían también sobre las tablas. Los músicos estaban felices y no iban a hacer el típico bis de compromiso, sino que nos iba a regalar un bis inolvidable. “Appaloosa”, una de sus mejores canciones en mi opinión, comenzaba el bis, siendo enorme el solo de Jackie y los arreglos con los que el grupo cerró el tema. La inesperada “Oh sweet Nuthin” era la siguiente en caer y “Boomers Story” de Ry Cooder  cerraba el concierto. Obviamente el momento álgido fue la canción de la Velvet underground con toda la sala coreando el estribillo al unísono. Conforme se acercaba el solo tenía dudas acerca de quién lo ejecutaría, porque recordemos que lo que hacía Luther durante esta canción era increíble. Llegado el momento pudimos ver que era Rich quien se hacía cargo demostrando que es un gran guitarrista que siempre ha estado a la sombra de su hermano mayor y de Marc y Luther.



Tras ver estas dos actuaciones no me quedan dudas acerca de ellos. Son la mejor banda surgida en los últimos 30 años y su legado ya empieza a mirar cara a cara al de las grandes bandas que a todos nos vienen a la cabeza. Sus composiciones, su actitud, su imagen, su carisma, sus conciertos, su capacidad de asumir riesgos cada noche, su destreza instrumental … si esta banda hubiese nacido en el año 68 estaría colocada al mismo nivel que The Allman Brothers, Humble Pie o Led Zeppelin, pero al nacer en los 90 muchos críticos los ignoran o no se atreven a otorgarles la grandeza que merecen. Pero para mí amigos, los Crowes son la mejor banda del mundo.



PD: Durante la estancia en Londres Chris nos regaló otra gran declaración salida de su bocaza al comparar en la prensa los actuales conciertos de los Stones con las atracciones de Disneylandia. Enorme y sincero. 

5 comentarios:

  1. Los conciertos efectivamente tremendos, pero creo que el sonido de la sala (o el técnico, no lo tengo muy claro) les hizo un flaquísimo favor. El primer día vimos el concierto desde 4ª fila aprox, entre los micros de Chris y Rich, y retumbaba aquello por todas partes cosa mala. La voz tardó en acoplarse unas 2 ó 3 canciones, sonaba todo achicharrado... La 2ª noche lo vimos en las escaleras a la izquierda de la mesa de sonido (a ver si cambiando de lado y desde más atrás mejoraba la cosa). Pero no: sonaba igual de mal que la primera noche, el bajo retumbaba por todas partes, la voz de Chris se perdía muchas veces (por no hablar de los coros.. qué coros??. En definitiva: dos grandes conciertos arruinados por un pesimo sonido, en mi opinión. Una pena.

    ¿Qué te pareció a ti el sonido?

    Saludos!

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  2. El sonido fue horrible!!! Hablando con los colegas a la salida nos descojonabamos pensando que la semana que viene toca Kreator en esa sala!!! Si el volumen de los Crowes retumbaba, Kreator va a ser lo más parecido al infierno en la tierra!!!

    Pese a ese detalle disfruté muchos los shows.

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  3. Que envidia cabrón!!!!! Desde luego los Crowes son la mejor banda de los últimos 30 años, indiscutible, pero bueno, mejor que lo sepamos unos cuantos...

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  4. Joder, mal sonido en un concierto de los Crowes? y no se enfadaron los hermanitos?
    Yo también estoy de acuerdo, son la mejor banda de los últimos 30 años,sin contar el legado de los Guns, of course!!! Lo mejor de todo es que nunca han tenido ni siquiera un pequeño bajón y siempre dan la sensación de tener cuerda para rato... Que bonito es ser contemporáneo de una banda con tanto talento, siempre envidiando a la gente que pudo seguir paso a paso carreras como las de los Stones, Lynyrd Skynyrd, Aerosmith. Nosotros podremos contar a nuestros nietos que seguimos paso a paso las andanzas de estas leyendas.

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  5. El amor tiene la culpa de que mi tribu no escriba. Lo sé.
    Espero con mucha ilusión vuestras entradas chicos.
    Un abrazo.

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